La música de Kevin MacLeod tiene altos niveles de épica, y eso al menos a mí me encanta. Su música es especial para películas o series de aventuras, con paisajes grandiosos e historias emocionantes. Pero también se puede usar para tu vida diaria, mientras limpias tu casa o conduces tu automóvil. Sin dudas, sentirás que todo se vuelve épico y dramático. La música tiene esa virtud, la de modificar nuestra realidad inmediata. Si, por ejemplo, escuchas “The descent” cuando haces tus tareas rutinarias, ten por seguro que lavar los platos te resultará una aventura de grandes proporciones. Sin ir más lejos, mientras escribo estas palabras escucho la música de MacLeod y siento que esa simple actividad, es decir estar sentado frente a una computadora, adquiere insospechados ribetes de grandeza.

La música, entonces, se convierte en la banda sonora (o música de fondo para video) de tu vida y dota a todo lo que te rodea de un aire especial, como si de repente el tiempo tomara otra forma y los objetos se volvieran más luminosos. Por supuesto que las composiciones de MacLeod son también ideales para usarse como música de fondo, y al ser totalmente gratuitas y a completa disposición de quien quiera sacarles provecho, siempre y cuando reciban el crédito correspondiente, se han utilizado en miles de películas, algunas muy conocidas como “Hugo”, de Martin Scorsese. Además, la generosidad y el talento de MacLeod ha ayudado a crear videos a páginas de Internet famosas tales como CollegeHumor o Fact Friend.

Según MacLeod, la razón para permitir que cualquiera pueda usar su música de fondo epica forma gratuita parte de una creencia: el sistema actual de derechos de autor ya no funciona, y aunque él se siente impotente para modificar ese sistema por sí mismo, cree que con sus acciones pueden crear una obra musical rica y de calidad para competir con las grandes empresas musicales. Y esto le ha funcionado de maravillas, tanto es así que es el protagonista de un documental titulado “Royalty Free: The Music of Kevin MacLeod”, que se logró financiar a través de Kickstarter y se dedica a analizar el fenómeno de descargar música sin derechos de autor.

En cuanto a “The Descent”, la composición de MacLeod que hoy quiero compartir contigo, cabe decir que funcionaría muy bien en una serie del estilo “Game of Thrones”. Se destaca en especial por el uso de la percusión, de unos tambores que aportan mucho al tono épico de una composición siempre in crescendo. Los arreglos de las cuerdas también marcan el ritmo tenso que, sin embargo, se libera y expande otorgándole a la composición un grado de belleza superlativo. La obra remite a una larga cabalgata por el desierto, a batallas contra las fuerzas de la naturaleza, y a peleas y enfrentamientos humanos a gran escala. Es especialmente épico el último minuto, hasta que al final todo se calma y MacLeod nos deja con ganas de escuchar más de su obra. Sin dudas, vale la pena que escuches otras de sus obras para que compruebes que la excelencia de “The Descent” no es simple casualidad.