Genre: Instrumental, Música del mundo

Alessandro Ricci nos trae una pieza que nos traslada hacia el corazón de África. Ricci es un productor y compositor italiano que se ha popularizado en los últimos tiempos en las comunidades musicales de internet. Ricci distribuye sus composiciones gratuitamente por internet, y es de la clase de artista que deja que su obra hable por él.

Son muy pocos detalles los que se conocen de su vida, pero gracias a la vitalidad y colorido de su música instrumental, Ricci se ha vuelto un nombre importante al momento de descargar música instrumental épica.

“Africa” es un tema que pertenece a un álbum homónimo. En él, el italiano explora el territorio musical del continente africano. Descubre sus raíces, experimenta con sus sonidos y produce temas que amalgaman toda esta serie de influencias tanto musicales como culturales.

Este tema de innegables tintes épicos podría, perfectamente, haber aparecido en la banda sonora de El Rey León, uno de los grandes clásicos de Disney. Por su sonido y la capacidad evocativa de paisajes de la sabana africana, el tema recuerda mucho a «Africa. The Cradle of Life”, música del francés Grégoire Lourme. Lo que separa a ambas piezas es que Ricci explora una vertiente más electrónica, mientras que Lourme se mantiene en los márgenes de un sonido más clásico.

El influjo electrónico que Ricci inyecta al tema es apreciable desde los primeros segundos de la canción, que abre con arpegios de sintetizador y un tempo que no desentonaría en un tema techno. Esta impresión electrónica solo dura unos segundos: tras los compases iniciales, el tema empieza a adquirir un tono más orgánico, a la vez que se va volviendo más emotivo e inspiracional.

Una suave melodía de piano y golpes intermitentes de percusión van generando una sensación cinematográfica. Hasta este punto, el tema no deja ver su influencia africana más allá del título. Pero, apenas Ricci introduce un coro de voces tradicionales africanas, la pieza adquiere dimensiones grandilocuentes. El juego entre la instrumentación electrónica y las voces orgánicas deja ver la capacidad de Ricci de integrar elementos diversos en un collage sonoro que funciona a la perfección.

La inclusión de estas voces no sólo reviste al tema de africanidad, también incrementa el factor emotivo y edificante del tema. Le da una nueva dimensión visual. El beat electrónico cada vez más trepidante. El juego de pianos y sintetizadores y las voces perfectamente acopladas producen un paisaje sonoro que remite a un paisaje visual.

De forma automática, asociamos los sonidos a nuestras postales de la sabana africana. Sentimos a lo lejos atardeceres gloriosos, bandadas de pájaros, grandes grupos de mamíferos, vastas extensiones de naturaleza y el Kilimanjaro en el fondo, imponente, una imagen rebosante de vida y de energía.

Cada elemento sonoro resuena como una metáfora musical. Justamente, la percusión produce la imagen de una estampida. La melodía de los sintetizadores crece hasta alcanzar su clímax como el sol que se eleva para, luego, declinar en un decrescendo emotivo. La progresión de acordes es cálida, épica, rebosante de fuerza y alegría. Las voces humanas se acoplan al entorno musical. Son un elemento más del hábitat musical que Ricci forja con pasión y dedicación absolutas.