Presentada por sus defensores como la «frecuencia de la naturaleza» o la «vibración del universo», a la frecuencia 432 Hz se le atribuyen una gama de beneficios para la salud muy amplia, tanto para la salud física, como para la salud mental y espiritual.

Según sus defensores, la frecuencia 432 Hz reduce el estrés, la ansiedad, aporta una mayor claridad mental y permite una conexión más profunda con el cosmos.

En este artículo, veremos qué es exactamente la frecuencia 432 Hz, exploraremos en detalle los beneficios que se le atribuyen, la historia de la estandarización de la afinación musical asociada a esta frecuencia, la perspectiva de la ciencia y las críticas que rodean a este fenómeno sonoro.

Los beneficios de la frecuencia 432 Hz: ¿Para qué sirve la frecuencia 432 Hz? 

Los principales beneficios que la gente comúnmente asocia a la frecuencia 432 Hz son los siguientes:

  • Relajación profunda y alivio del estrés: Uno de los argumentos más recurrentes es que la música a 432 Hz induce a un estado de calma y relajación más profundo que la música afinada en el estándar de 440 Hz. Se afirma que ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y a calmar el sistema nervioso.
  • Mayor claridad mental y enfoque: Los partidarios de esta frecuencia aseguran que su escucha puede mejorar la concentración, la claridad de pensamiento y la función cognitiva en general. Se cree que sincroniza los hemisferios cerebrales, promoviendo un estado mental más equilibrado y propicio para el aprendizaje y la creatividad.
  • Equilibrio emocional: Se le atribuye la capacidad de ayudar a liberar bloqueos emocionales y a fomentar un estado de mayor estabilidad y bienestar emocional. La música a 432 Hz es a menudo utilizada en prácticas de meditación y mindfulness para facilitar la introspección y la gestión de las emociones.
  • Mejora del sueño: Debido a sus efectos relajantes, se dice que escuchar música en esta afinación antes de dormir puede combatir el insomnio y promover un sueño más profundo y reparador.
  • Conexión espiritual: Para muchos, la frecuencia de 432 Hz tiene una dimensión espiritual. Se cree que facilita la conexión con la propia intuición y con una conciencia superior, y que está alineada con la geometría sagrada y las vibraciones del universo.

Qué es la frecuencia 432 Hz y en qué se diferencia de la 440 Hz:


En pocas palabras, la frecuencia de 432 Hz es una afinación alternativa para la música.

Significa que la nota de referencia «La» se ajusta para que vibre 432 veces por segundo (Hz). Esto hace que toda la música suene un poco más grave, cálida y suave en comparación con el estándar mundial actual de 440 Hz, que es más brillante y nítido.

Pero, ¿Qué es eso de las frecuencias? ¿Qué son las frecuencias en la música?

Imagina la cuerda de una guitarra. Cuando la tocas, vibra muy rápido. Ese movimiento es lo que crea el sonido que escuchamos.  

La frecuencia es simplemente la velocidad a la que vibra esa cuerda.

El sonido son vibraciones (ondas), vibraciones usualmente transmitidas por el aire. La frecuencia es la velocidad a la que vibran estas ondas. 

  • Medición: Medimos esa velocidad en Hertz (Hz), que significa «ciclos (o vibraciones) por segundo».  
  • Tono: La velocidad de la vibración determina si el sonido es agudo o grave.  
    • Vibraciones rápidas (frecuencia alta): Producen un sonido agudo.
    • Vibraciones lentas (frecuencia baja): Producen un sonido grave.

Qué es la frecuencia 440 Hz

El estándar de 440 Hz es la convención internacional que establece el tono de referencia para la afinación de los instrumentos musicales. Específicamente, significa que la nota musical  La que se encuentra por encima del Do central del piano (conocida como La4 o A4) debe vibrar a una frecuencia de 440 ciclos por segundo (Hz).  

Piensa en ello como un «idioma» musical común. Este estándar garantiza que una orquesta en Alemania, una banda de rock en Estados Unidos y un pianista en Japón estén afinando sus instrumentos con la misma referencia, permitiéndoles tocar juntos en armonía.  

¿Cómo se llegó a este estándar?

No siempre fue así. Antes del siglo XX, la afinación era un caos. El tono variaba enormemente de un país a otro, e incluso de una ciudad a otra. Por ejemplo:  

  • Un diapasón asociado con el compositor Händel en 1740 estaba en 422.5 Hz.  
  • Los órganos que tocaba Bach podían llegar a 480 Hz.  
  • En el siglo XIX, el teatro La Scala de Milán usaba una afinación de 451 Hz.  

Esta falta de consistencia se convirtió en un problema con el aumento de las giras de orquestas y la llegada de la radio y las grabaciones, que requerían un estándar global para que la música sonara igual en todas partes.

Diferencia entre la frecuencia 432 Hz y la frecuencia 440 Hz

Entonces, cuando hablamos de «432 Hz» o «440 Hz» en la música, nos referimos a la velocidad exacta a la que vibra la nota de referencia «La».

  • 440 Hz: La nota «La» vibra 440 veces por segundo.
  • 432 Hz: La nota «La» vibra 432 veces por segundo.

Como 432 es un número más bajo, la vibración es más lenta, y por eso toda la música afinada a 432 Hz suena un poco más grave y «relajada».

Historia de la frecuencia 432 Hz (y frecuencias afines)

Para comprender el fervor en torno a los 432 Hz, es crucial examinar la historia de la afinación musical. Contrariamente a la creencia popular de que 432 Hz fue un estándar antiguo y universal hasta que fue malévolamente reemplazado, la realidad histórica es mucho más fluida y menos conspirativa.

Durante siglos, no existió un estándar de afinación universal. Las orquestas y los fabricantes de instrumentos en diferentes regiones de Europa y del mundo utilizaban una variedad de tonos de referencia. La altura del «La» central (A4) podía variar considerablemente, desde por debajo de los 400 Hz hasta muy por encima de los 450 Hz.

La idea de estandarizar la afinación surgió de la necesidad práctica de que los músicos pudieran tocar juntos sin tener que reajustar constantemente sus instrumentos. A lo largo del siglo XIX, se hicieron varios intentos por establecer un tono de concierto común. En 1859, el gobierno francés estableció un diapasón de 435 Hz, que ganó cierta popularidad en Europa.

El movimiento hacia los 440 Hz como estándar internacional comenzó a principios del siglo XX y fue impulsado por una combinación de factores, incluyendo las preferencias de los músicos de viento y la industria de la radiodifusión. En 1939, una conferencia internacional en Londres recomendó el A4 = 440 Hz como el tono de concierto estándar, y en 1955, la Organización Internacional de Normalización (ISO) lo ratificó.

Una de las narrativas más persistentes entre los defensores de los 432 Hz es que la estandarización a 440 Hz fue una imposición del régimen nazi, liderado por Joseph Goebbels, con el fin de inducir la ansiedad y la agresión en las masas. Sin embargo, no existe evidencia histórica sólida que respalde esta afirmación. La transición hacia los 440 Hz fue un proceso gradual impulsado por razones prácticas y musicales, no por una conspiración política.


La perspectiva científica: ¿Hay evidencia que respalde los beneficios de la frecuencia 432 Hz?

¿Qué pasa si escuchas 432 Hz?

Por un lado, hay muchos usuarios en internet que reportan sentirse más calmados y más aliviados después de escuchar de forma regular la frecuencia 432 Hz. Especialmente aquellos usuarios que tienen algún tipo de neurodivergencia, como TDHA, aunque las opiniones son un poco variadas.

Por otro lado, la evidencia científica al respecto es bastante variada.

Algunos estudios muestran que la frecuencia 432 Hz no solo no está asociada con la relajación, sino todo lo contrario, puede aumentar el nivel de arousal. Lo cierto es que nos ha resultado difícil encontrar estudios que afirmen o prueben los beneficios de esta frecuencia.

Muchos científicos también apuntan a que no hay ningún tipo de evidencia sólida o correlación entre escuchar este tipo de frecuencia y ciertos beneficios físicos y mentales.

En general, la perspectiva científica sobre la Frecuencia 432 Hz es la siguiente:

  • Falta de Evidencia Empírica Sólida: La gran mayoría de las afirmaciones sobre los beneficios extraordinarios de la frecuencia 432 Hz son consideradas infundadas por la comunidad científica, ya que carecen de pruebas empíricas rigurosas que las respalden.
  • Sin diferencias significativas: La mayoría de los estudios comparativos sobre los efectos de la música en el cuerpo y la mente no han logrado encontrar diferencias estadísticamente significativas entre la afinación a 432 Hz y el estándar de 440 Hz.
  • Conexiones naturales cuestionables: Los argumentos que vinculan los 432 Hz con fenómenos naturales no resisten el escrutinio científico:
    • Resonancia de Schumann: Esta frecuencia electromagnética de la Tierra es variable, no un valor fijo, y no posee una correlación matemática directa o constante con 432 Hz.
    • Proporción áurea: La supuesta relación se basa a menudo en numerología selectiva y cálculos forzados, no en principios matemáticos sólidos.
  • Investigación fisiológica limitada: Los estudios sobre los efectos fisiológicos son escasos y sus resultados no son concluyentes. Un estudio piloto de 2019 observó una leve disminución del ritmo cardíaco con música a 432 Hz, pero los propios autores destacaron que la diferencia no era estadísticamente significativa y que se requería más investigación.
  • Subjetividad y efecto placebo: Científicos y expertos en acústica sugieren que la percepción de que la música a 432 Hz es más «cálida» o «relajante» es en gran medida subjetiva. Esta sensación puede atribuirse potentemente al efecto placebo: la expectativa de un resultado positivo influye en la experiencia personal.
  • Diferencia de tono casi imperceptible: Para un oyente promedio y sin una referencia directa para comparar, la diferencia de tono entre una nota afinada a 432 Hz y una a 440 Hz (una variación de menos del 2%) es extremadamente difícil de percibir.


¿Hay Efecto Placebo?

Tampoco hemos encontrado evidencia de que la posible relajación que pudiera producir en algunos usuarios se deba al Efecto Placebo

Otros análisis sugieren que, incluso en los casos que muestran pequeños efectos positivos para los 432 Hz, el principal agente terapéutico es probablemente el acto de escuchar música en un entorno tranquilo e intencionado, más que la frecuencia de afinación específica.


¿Es malo escuchar música en la frecuencia 432 Hz?

No, no es malo escuchar música en la frecuencia 432 Hz. No existe ninguna evidencia científica que sugiera que esta frecuencia sea perjudicial para la salud. De hecho, el debate en torno a los 432 Hz no se centra en su seguridad, sino en sus supuestos beneficios en comparación con el estándar de 440 Hz.

Conclusión: Entre la experiencia personal y la evidencia científica

El debate en torno a la frecuencia de 432 Hz es un fascinante ejemplo de cómo las creencias personales, la espiritualidad y la ciencia pueden entrelazarse y, en ocasiones, entrar en conflicto. 

Si bien las afirmaciones grandilocuentes sobre su poder sanador y su conexión cósmica no están respaldadas por evidencia científica sólida, no se puede negar el valor que muchas personas encuentran en la música afinada en esta frecuencia.

Al fin y al cabo, ya sea por Efecto Placebo o por el mero hecho de escuchar música, si el efecto es positivo, ¿por qué no escucharla?

La música, en cualquiera de sus afinaciones, tiene un profundo impacto en nuestras emociones y nuestro estado de ánimo. Si una persona encuentra que la música a 432 Hz le proporciona relajación, consuelo o una mayor sensación de bienestar, esa experiencia es válida a nivel personal. El poder de la intención y el efecto placebo pueden ser factores significativos en estos beneficios percibidos.

En última instancia, la elección de escuchar música a 432 Hz o a 440 Hz es una cuestión de preferencia personal. Mientras que la ciencia no ha corroborado las afirmaciones extraordinarias sobre la «frecuencia del universo», el poder de la música para conmover, inspirar y calmar el espíritu humano permanece indiscutible. La verdadera magia, quizás, no reside en una frecuencia específica, sino en la profunda y misteriosa conexión que tenemos con el sonido.