La música cristiana ha sido un medio importante para la práctica religiosa. Te ofrecemos un playlist para que retomes la espiritualidad desde tu hogar. La música cristiana que conocemos actualmente tiene orígenes remotos. Estas composiciones servían para acompañar los ritos celebrados en honor a Dios. Desde las primeras comunidades cristianas, los feligreses entonaban melodías con la finalidad de comunicarse con lo divino.
La canción cristiana no es solo un telón de fondo, su función es elevar al cielo la gratitud y las suplicas de la humanidad. También tiene la importante labor de conmemorar los sucesos resaltantes de la historia religiosa. Estos temas son el recordatorio de todo un camino de salvación espiritual. A continuación, te mostramos las muestras más sublimes del género sacro.
Por llamativo que parezca, la música relajante no solo se reduce a los sonidos de chillout contemporáneos. Existen canciones grandiosas como Now, de Vexento que nos gustan mucho. Incluso, si nos gusta Chopin, también lo podemos considerar como música relajante. Sin embargo, la música cristiana tiene un componente espiritual e individual que nos da gozo, alegría y mucha paz. Valdría la pena escuchar las siguientes piezas.
Hosanna
El Hosanna corresponde al repertorio de canciones de mayor importancia dentro de la iglesia católica. En todas las misas se entona este canto porque según las escrituras, fue la palabra que se pronunció cuando Cristo entró en Jerusalén. Las personas que lo acompañaban gritaban “Hosanna” que significa “Salve”, cuyo objetivo era reconocer al mesías. La versión que hemos elegido para ti está ejecutada en órgano, como solía acostumbrarse en la Edad media. Por tanto, tiene un aire de sacralidad antigua capaz de elevar el espíritu. Los acordes de fuerte sonido inundan el espacio, transformándolo en una dimensión celestial por algunos minutos.
Esta es una de las canciones de mayor reconocimiento en la comunidad cristiana. Justo a “Aleluya (Hallelujah)”, se encuentra entre los cantos que casi todas las iglesias recitan.
Ven ahora, Salvador de los gentiles
Esta es una cantata que ostenta un gran valor histórico porque está inspirada en un himno escrito por Martin Lutero con el mismo nombre. Fue compuesta por Johan Sebastian Bach, pero el arreglo que seleccionamos es de Pachebel. Notarás que mantiene su sentido originario al estar ejecutada mediante el órgano, como era tradición en la música sacra. Un rasgo resaltante de la pieza es que se encuentra constituida por una melodía que se repite en otros tonos a modo de eco. El efecto que logra esa técnica es una obra con muchos ornamentos. Hay pocos silencios en el desarrollo de la composición para que las notas se resuenen sin cesar en la iglesia o capilla.
Collegerunt Pontifices
Es un himno narrativo debido a que se fundamenta en una cita bíblica. Collegerunt Pontífices hace alusión al juicio que hacen los judíos a Jesús. Se trata de la intervención que hace Caifás señalando el peligro que se avecinaba si lo dejaban vivir. La canción está estructurada en forma de diálogo entre Caifás y los otros sacerdotes. En dicha conversación se acuerda la conspiración para matar al mesías. Normalmente se usa una armonía seria para acompañar el contenido, pero en esta encontraras un ritmo rápido que aporta algo de brillo a tan terrible acontecimiento de la historia del Hijo de Dios.
Esta canción, incluso, algunos la consideran un baluarte de la música clásica, por sus composiciones rítmicas y su cadencia musical.
Sublime gracia (Amazing Grace)
Pertenece a la clasificación de música cristiana protestante, pues se utilizó, principalmente, para las ceremonias de la iglesia anglicana. Sublime gracia fue compuesta por Jhon Newton en el siglo XVIII. El himno se ha convertido en el estandarte de la música cristiana en inglés, no solo se emplea para los ritos religiosos sino para muchos acontecimientos especiales. Su belleza reside en la absoluta sencillez melódica que deja resaltar al cantante de la letra. El tema trata de una persona ciega por el sufrimiento y el pecado, que llega a ser iluminada por la gracia de Dios. Por ende, es el máximo reconocimiento al poder transformador del creador.
Oh Little Town of Bethlehem
Esta composición de carácter divino fue escrita por un sacerdote estadounidense de la iglesia de la Santísima Trinidad en la ciudad de Filadelfia. A finales del siglo XIX el presbítero Phillips Brooks hizo la letra y su organista Lewis Redner añadió la melodía. La canción que escucharás se encuentra inspirada en el nacimiento de Jesús en Belén. Siendo esto así, “Oh Little Town of Bethlehem” es una pieza que suele entonarse para celebrar la navidad cristiana. Esta adaptación está hecha en un solo de guitarra siguiendo ese ritmo tan apacible que nos traslada a esa circunstancia tan tierna que es el nacimiento del niño.
O vos omnes
Es más cercana a la rama litúrgica tradicional de la música católica puesto que se conserva la ejecución desde hace varios siglos. La razón por la cual se preserva su tono profundamente ceremonial es que versa sobre la pasión de Cristo. La letra en latín pone como vocero a Jesús preguntando a todos los que ven su sufrimiento si hay dolor alguno que se pueda equiparar con el suyo. Esa intervención no solo trasmite el padecimiento físico sino la tristeza por el pecado humano. La interpretación de O vos omnes está realizada mediante una coral polifónica. Los diversos matices de voces dan la impresión de un coro de ángeles.
Justamente, su tono ceremonial le da un ritmo especial, lleno de vida espiritual, el cual invita a pensar en música relajante, para conectarse con uno mismo.
Ave Maria
Otra de las grandes piezas de la música cristiana gracias a su poder de conexión con la virgen María. Es una de las oraciones de mayor trascendencia en el culto mariano porque narra la visita del ángel Gabriel a la mujer elegida para ser la madre de Jesús. Se han realizado múltiples arreglos de este pasaje como los de Antonin Dvorak, Schubert, Mozart, Stravinsky y otros músicos famosos. Sin embargo, hemos seleccionado la versión de Charles Guonod, un compositor francés conocido precisamente por esta realización. Su Ave María es instrumental y está diseñada tomando como referencia el preludio número uno del texto “Clave bien temperado” de Bach. La escribió para piano y violín, pero hoy te dejamos una adaptación en guitarra.
A heart that knows its Jesus is living
Sebastian Bach compuso una gran cantidad de música cristiana instrumental en obediencia al cargo de maestro de capilla otorgado por su señor el príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen. Una de esas piezas fue esta, realizada bajo la forma de cantata sacra. Se distingue de la sonata y la tocata porque es una creación pensada para ser cantada por un coro de iglesia. Es por esto que cuenta con un coro que se repite dos veces durante el desarrollo. Está hecha para órgano dado que era el instrumento que mejor dominaba Bach. Los tonos son alegres para transmitir el regocijo de su motivo.
Esta interesante pieza, si se quiere de música romántica por el tipo de composición y el momento que se compuso, es una de las composiciones de Bach más apreciadas por la iglesia católica.
Agnus Dei X
Es otro de los temas que no pueden faltar en la Eucaristía católica, específicamente al momento de consagrar el pan y el vino. Aunque ha sido muy versionada, siempre responde a su naturaleza ceremonial. De eso nos percatamos al escuchar este coro que interpreta al Agnus Dei o “Cordero de Dios”. Las voces graves y agudas se intercalan con el sonido crispante del órgano al fondo. Pareciera que tiene la intención de imitar al canto gregoriano más antiguo pues crea una atmósfera de intensa reflexión espiritual. Es ideal si lo que buscas es una música para video porque el material visual que acompaña la canción es memorable.
Laudate Dominum
El Laudate Dominum es una canción apegada al salmo 117 titulado “Invitación a la alabanza”. Tal como su nombre lo explicita, es la glorificación de Dios por parte de todos los pueblos de la tierra. El principal atractivo de esta pieza musical cristiana es la combinación magistral de las voces. No queda ningún espacio vacío, cada voz llena un lugar en la sinfonía. No existe voz que sea menos importante que otra, todas tienen una función en la calidad de la obra total. Sin duda, podemos reconocer que es música de Dios porque parece cantada por los mismos coros celestes.
A pesar de que las canciones cristianas se hayan creado con un fin litúrgico, no es su única utilidad. En la actualidad se nos ofrecen opciones para escuchar canciones cristianas desde la comodidad de nuestro hogar. La casa donde habita una familia o un feligrés también es un templo donde debe habitar Dios. Llenar cualquier espacio de estas melodías resulta terapéutico. Sus notas transmutan las habitaciones en sitios pacíficos y armoniosos.
Según lo que confirman varias corrientes religiosas, las oraciones cantadas tienen el poder de exorcizar el mundo físico. La iglesia católica alega que cuando los demonios oyen el canto, se alejan de inmediato. No importa si se entona un gospel, un mantra hindú o un salmo católico, todas estas expresiones ayudan a equilibrar las energías. En este sentido, te invitamos a disfrutar de la música cristiana independientemente de tus creencias con respecto al tema.
La finalidad encender tu dispositivo con alguna de estas propuestas es conseguir paz mental. La música que escucharás tiene la capacidad de conducir a la mente y al cuerpo hacia un destino de completa introspección. Unas te harán reflexionar acerca de un hecho doloroso y otras encenderán el regocijo en tu corazón. No obstante, en cualquiera de los casos te obligará a generar un cambio positivo en tu vida.
Esta lista de temas se presenta como una oportunidad única para ver a la música religiosa desde otro punto de vista. Tienes la potestad de sacarla del entorno eclesiástico ortodoxo para contextualizarla en un camino espiritual propio. Ahora serás el autor de tu historia como creyente independiente de los dogmas.
Este tipo de canciones, con melodías celestiales nos pueden causar un efecto parecido cuando escuchamos Pachelbel. Incluso, siendo más refinados con la música, escuchar un Canon en D Major también resulta bastante interesante.
Es el momento para elevar un canto hacia religioso sin intermediarios en el mundo terrestre. Eso será una labor muy sencilla y gratificante al revisar nuestro playlist de obras excepcionales y de gran tradición en la cultura occidental.