La frecuencia de 888 Hz es un sonido que ha ganado popularidad en comunidades de meditación y sanación espiritual. Se le atribuyen propiedades para atraer la abundancia, la prosperidad y la buena suerte. Quienes la utilizan suelen buscar una conexión más profunda con el universo y la manifestación de sus deseos.

Esta frecuencia forma parte de las llamadas «frecuencias Solfeggio», una serie de tonos que, según sus defensores, tienen efectos positivos en el cuerpo y la mente. Aunque carece de respaldo científico sólido, su uso se basa en la creencia de que las vibraciones sonoras pueden influir en nuestro estado de ánimo y energía.

¿Para qué sirve la frecuencia 888 Hz?

La frecuencia de 888 Hz sirve principalmente para atraer la abundancia y para realizar prácticas de meditación basadas en la ley de la atracción y en la manifestación de la prosperidad, riqueza y abundancia.

Sus defensores creen que escuchar este tono ayuda a alinear la energía personal con la prosperidad universal, eliminando bloqueos mentales y emocionales relacionados con la escasez. También se asocia con el equilibrio, la liberación de energías negativas y la conexión con una conciencia superior o «angélica», fomentando un estado de paz interior y gratitud.

¿Qué pasa si escuchas la frecuencia 888 Hz?

Según quienes la practican, lo que pasa si escuchas la frecuencia 888 Hz es que te sentirás más relajado y que atraerás la abundancia. Escuchar la frecuencia de 888 Hz puede inducir un estado de relajación profunda y optimismo. Los oyentes a menudo reportan sentir una disminución del estrés y la ansiedad, así como un aumento en la claridad mental y la intuición. 

Se dice que esta vibración abre la mente a nuevas posibilidades y fortalece la confianza en uno mismo, lo que facilita la toma de decisiones alineadas con los objetivos personales y la atracción de oportunidades positivas.

¿Por qué la frecuencia 888 Hz calma el cerebro?

Según sus defensores, la frecuencia de 888 Hz calma el cerebro porque el sonido constante y armónico ayuda a sincronizar la actividad cerebral, llevándola a un estado de menor agitación y mayor coherencia. Este proceso, conocido como «arrastre de ondas cerebrales», permitiría reducir el ruido mental, promoviendo una sensación de serenidad y bienestar general, aunque no existen estudios científicos concluyentes que lo confirmen.

Básicamente, cuando alguien dice que una frecuencia como la frecuencia 888 Hz “calma el cerebro”, está mezclando una observación auditiva (un tono acústico) con hipótesis sobre cómo esa señal influiría en la actividad eléctrica del cerebro. Hay varias ideas distintas que se suelen entremezclar; las explico una por una.

1. La vía auditiva: cómo llega el sonido al cerebro

Un tono de 888 Hz es simplemente una onda sonora con 888 ciclos por segundo —está dentro del rango audible normal.

El sonido entra por el oído, elige respuestas en la cóclea (sensación de altura/timbre) y sube por vías auditivas al tronco cerebral, al tálamo y finalmente a la corteza auditiva.

Esas estructuras pueden sincronizarse con patrones temporales del sonido (por ejemplo, con sus ritmos o con la envolvente de la señal).

2. Entrainment o “arrastre de ondas cerebrales”

“Entrainment” significa que una oscilación externa puede hacer que oscilaciones internas se ajusten a ella (piensa en dos relojes que se sincronizan).

En neurociencia, se ha observado sincronía entre estímulos sensoriales rítmicos y ritmos cerebrales cuando la modulación está en rangos lentos (ej.: 4–40 Hz).

Hay que tener en cuenta que las ondas cerebrales difundidas por EEG tienen frecuencias bajas (delta, theta, alpha, beta, gamma —p.ej. 0.5–100 Hz). Un tono puro a 888 Hz NO es una frecuencia comparable a las ondas cerebrales: es muchísimo más rápido. Por ello es improbable que el cerebro “trate” 888 Hz como una onda cerebral; lo que podría ocurrir es que alguna propiedad más lenta asociada al sonido (como la envolvente o el ritmo) induzca sincronía en bandas cerebrales más bajas.

3. Cómo podría indirectamente producir calma

Aunque todavía no está probado ni existe evidencia científica sólida sobre los efectos positivos de la frecuencia 888 Hz, de existir estos efectos positivos, podríamos especular que estos se producen por distintas vías:

  • Enmascaramiento sensorial: un tono constante y armónico puede tapar ruidos ambientales impredecibles que generan estrés (por ejemplo, tráfico, voces). Menos estímulos sorpresivos → menos activación del sistema de alerta.
  • Foco atencional: el sonido puede centrar la atención fuera de los pensamientos intrusivos (efecto “ancla”), reduciendo la rumiación.
  • Riqueza armónica / timbre agradable: ciertos timbres son percibidos como placenteros y activan circuitos de recompensa o relajación.
  • Respuesta condicionada / efecto placebo: si una persona espera que 888 Hz la calme, esa expectativa sola puede reducir la ansiedad.
  • Batidos o diferencias de frecuencia: si se usan dos tonos cercanos (p. ej. 888 Hz y 898 Hz) el oído percibe una batida de 10 Hz; ese ritmo (10 Hz) cae en la banda alfa, asociada a relajación, y podría facilitar entrainment a ese ritmo. Así que no es el 888 Hz “puro”, sino la diferencia entre tonos la que importaría.

4. Qué no sostiene esa afirmación tal cual

Por ahora, no hay ningún mecanismo biológico plausiblemente directo por el cual un tono único de 888 Hz haga que el EEG global pase a una frecuencia “más calmada” equivalente a 8–12 Hz, porque 888 Hz está muy por encima de las bandas de ondas cerebrales.

Tampoco hay evidencia científica sólida y reproducida que demuestre que esa frecuencia concreta tenga efectos únicos sobre la emoción o la fisiología en población general (la literatura sobre “frecuencias mágicas” suele ser inconsistente y muchas veces anecdótica).

5. Qué sí tiene respaldo experimental (resumen breve)

Hay estudios sobre auditory entrainment (ritmos auditivos que modulan actividad cerebral) y sobre binaural/isochronic beats, que muestran efectos modestos en atención o estado de ánimo en algunos sujetos. Puedes ver más sobre cómo inducir “ondas alfa” en el cerebro aquí.

También hay mucha variabilidad individual y efectos atribuibles a expectativas.

¿Es malo escuchar la frecuencia 888 Hz? – Consejos prácticos y precauciones

Por lo general, no, no es malo escuchar la frecuencia 888 Hz, siempre que sigas ciertas precauciones básicas:

  • Si quieres probar 888 Hz: escucha a volumen moderado (no más del ~60–70% de la máxima), durante sesiones cortas, y evita usarlo si conduces o realizas tareas que requieran alerta.
  • Si buscas efectos de “entrainment”, es más efectivo usar estímulos que generen una frecuencia en la banda cerebral objetivo (por ejemplo, una batida de 8–12 Hz para favorecer alfa).
  • Si tienes ansiedad severa, tinnitus, epilepsia o sensibilidad sonora, consulta a un profesional antes de experimentar con sonidos intensos o rítmicos.