Hay lugares que tienen una banda sonora propia, y las Islas Canarias son, sin duda, uno de ellos. Su música es el reflejo de su gente y de su paisaje: a veces alegre y parrandera como una noche de verano, a veces épica como la sombra de un volcán, y a veces melancólica como el sonido del mar en la distancia. 

El folclore canario es un tesoro, un legado que se ha transmitido de abuelos a nietos y que lleva en sus notas la historia de las ocho islas. 

Esta lista es una invitación a ese viaje sonoro. Por cierto, si quieres seguir explorando las raíces musicales, te invitamos a que descubras nuestro catálogo de música folk aquí, o si te apasionan los sonidos de diferentes culturas, no te pierdas nuestra sección de música del mundo.

De dónde viene el folclore canario y qué lo hace especial

Hablar de folclore canario es hablar de una riqueza inmensa. Es mucho más que una sola música, es un archipiélago de sonidos. El instrumento que cose todo este tejido musical es el timple, una pequeña guitarra de cinco cuerdas con un sonido agudo y juguetón que es el alma de la fiesta. A su alrededor, florecen un montón de estilos o «palos»: las isas, alegres y perfectas para el baile; las folías, más solemnes y poéticas; las malagueñas, cargadas de sentimiento; o las polcas y seguidillas, que invitan a la parranda. Cada isla, además, tiene su propia personalidad sonora, sus propios cantos y leyendas, creando un universo musical único en el mundo.

Estas son las 16 canciones de folclore canario más representativas

Hemos seleccionado 18 canciones que son la columna vertebral de la música canaria. Son himnos que han sonado en miles de tenderetes, romerías y fiestas populares. Esta playlist es un mapa para que te adentres en el corazón del archipiélago y te dejes enamorar por su música. Coge una pella de gofio, dale al play y ¡qué empiece la parranda!

1. Islas Canarias (Pasodoble)

No podíamos empezar de otra forma. Este pasodoble es el himno no oficial de Canarias, una canción que todo canario, viva donde viva, siente como suya. Su letra es una descripción poética y orgullosa de las siete islas (en su versión original), elogiando su belleza y su cielo. Es la canción de la nostalgia, del amor a la tierra, la que suena en las bienvenidas y en las despedidas. Un clásico inmortal que une a todo el archipiélago bajo una misma melodía.

2. Sombras del Nublo – Los Gofiones

Esta canción es épica. Basada en un poema de Néstor Álamo, es un canto a la isla de Gran Canaria, a su historia y a sus paisajes, con el Roque Nublo como testigo silencioso. La interpretación de Los Gofiones es, sencillamente, sobrecogedora. Es un himno que transmite la fuerza de la tierra, la historia de los aborígenes y el espíritu indomable del pueblo canario. Ponerla es sentir la grandeza de la isla en el pecho.

3. El Sorondongo

«El Sorondongo» es sinónimo de fiesta, de baile y de picardía. Es una de las canciones más alegres y populares del folclore de Lanzarote y Fuerteventura. Su estructura de pregunta y respuesta y su ritmo juguetón la convierten en la banda sonora perfecta para cualquier parranda. La letra narra pequeños cuentos y chascarrillos, invitando a todo el mundo a unirse al baile. Es imposible escucharla y no sentir una sonrisa y ganas de mover los pies.

4. Isa Parrandera – Los Gofiones

La isa es uno de los cantos y bailes más representativos de Canarias, y la versión de Los Gofiones es pura raíz y energía. Con su estilo inconfundible y la potencia de sus voces, convierten esta canción en la banda sonora de una romería, de una noche de verano entre amigos con un timple y una guitarra. Su ritmo es alegre, ligero y absolutamente contagioso. Es la celebración de la amistad y de la alegría de vivir al más puro estilo canario. Un clásico imprescindible en cualquier fiesta que se precie.

5. A la Caldera – Taburiente

El grupo palmero Taburiente nos regala esta joya, un canto de amor a la isla de La Palma y a su corazón, la Caldera de Taburiente. Es una canción que mezcla el folclore con sonidos más modernos, creando una atmósfera mágica y evocadora. Es un himno a la naturaleza, a la belleza sobrecogedora de los paisajes de la «Isla Bonita». Escucharla es como hacer una caminata por sus senderos y sentir la energía de sus volcanes.

6. Palmero sube a la palma – María Mérida

Aquí tenemos la voz de una leyenda. María Mérida, una de las figuras más importantes de la música canaria, interpreta este canto tradicional con una fuerza y una autenticidad que te dejan sin aliento. La canción es una metáfora de la superación y el esfuerzo, animando al palmero a subir a lo más alto. Es un canto de raíz, lleno de la sabiduría popular y la fuerza de la tierra. Un tesoro de la música de las islas.

7. Ay, Teror – Mary Sánchez

La voz inconfundible de Mary Sánchez, otra de las grandes damas de la canción canaria, nos lleva de romería a uno de los pueblos más emblemáticos de Gran Canaria. «Ay, Teror» es un himno a la Virgen del Pino, patrona de la isla. Es una canción que mezcla la devoción religiosa con la alegría de la fiesta popular. Es la banda sonora de miles de promesas y celebraciones. Pura tradición y sentimiento.

8. Nube de Hielo – Benito Cabrera

El timple es el alma de la música canaria, y Benito Cabrera es su mayor virtuoso. En «Nube de Hielo», el timple deja de ser un acompañante para convertirse en el protagonista absoluto. Es una pieza instrumental de una belleza sobrecogedora, que demuestra la versatilidad y la capacidad emocional de este pequeño gran instrumento. Es una canción para cerrar los ojos y dejarse llevar por la magia sonora de Canarias, una caricia musical que te transporta a sus paisajes.

9. Tenderete – Los Sabandeños

Más que una canción, «Tenderete» es una institución. Da nombre al programa de folclore más longevo de la televisión en España y es sinónimo de fiesta y reunión. La canción es una invitación a la parranda, a compartir un rato de música, comida y amistad. Su estribillo es tan conocido que se ha convertido en una llamada a la celebración. Si quieres montar una fiesta canaria en casa, esta es la primera canción que tienes que poner.

10. El Zagalejo – Los Gofiones

Una de las isas más pícaras y divertidas del repertorio canario. La letra cuenta la historia de una joven que pide a su madre que le compre un zagalejo (una falda) para ir a la fiesta y poder «menearlo». Es una canción que celebra la juventud, la coquetería y la alegría de vivir con un toque de humor. El ritmo es trepidante y te invita a unirte al baile sin pensarlo dos veces.

11. Folías

La folía es el contrapunto sereno y poético a la alegría de la isa. Es uno de los «palos» más antiguos y solemnes del folclore canario. Su ritmo es lento, cadencioso, y sus letras suelen ser profundas reflexiones sobre el amor, la vida y la tierra. Es la parte más introspectiva y sentimental del alma musical de las islas, una belleza melancólica que te cala hondo. Escuchar una folía bien cantada es una experiencia inolvidable.

12. Gran Canaria – Olga Cerpa y Mestisay

Esta canción es una auténtica obra de arte, un poema de Néstor Álamo convertido en el himno moderno de Gran Canaria. En la voz inigualable de Olga Cerpa, la canción se convierte en un viaje sensorial por la isla, desde sus «dunas rubias» hasta su «mar de cumbre». Mestisay envuelve la melodía en una producción exquisita y elegante que te pone la piel de gallina. Es una declaración de amor a una isla, capturando su belleza, su luz y su alma de una forma que pocas canciones han conseguido. Pura emoción y orgullo.

13. Malagueñas

Junto a las folías y las isas, las malagueñas forman la santísima trinidad de los cantos canarios. Son, quizás, las más sentimentales y desgarradoras. De ritmo lento y con letras que suelen hablar de desamor o de la añoranza por la tierra, las malagueñas son el vehículo para que los cantadores demuestren su virtuosismo y su capacidad para emocionar. Son pura belleza y sentimiento a flor de piel.

14. El Baile del Vivo

¡Y ahora a El Hierro! El Baile del Vivo es una de las tradiciones más ancestrales y singulares del folclore canario. Es un canto y un baile de desafío, con un ritmo trepidante y lleno de energía. Es la representación del carácter fuerte y resiliente de la gente herreña. En versiones como la del grupo Veremundo, se convierte en una explosión de alegría que te transporta a la fiesta más auténtica de la isla más remota.

15. Seguidillas de Lanzarote

Otro de los palos festivos por excelencia, esta vez con el sabor único de Lanzarote. Las seguidillas son rápidas, pícaras y perfectas para el baile. Su estructura musical invita a la improvisación de coplas, a menudo con un toque de humor y doble sentido. Son el alma de la parranda y del ingenio popular, una demostración de que el folclore también es un juego y una celebración de la vida.

16. Islas Canarias – Los Sabandeños

Cerramos con el que muchos consideran el himno definitivo al orgullo de ser canario. Esta canción de Los Sabandeños es una poderosa declaración de amor a la identidad, a la cultura y al sentimiento de pertenencia al archipiélago. Su estribillo, coreado en todos los rincones de las islas, es un grito de unidad. Es la canción perfecta para terminar nuestro viaje, con el corazón lleno de la emoción y la belleza de la música canaria.