Además de las seis combinaciones de categorías que hemos repasado detalladamente en lamusicagratis.com, la música libre de derechos también está relacionada con una séptima categoría de las licencias de Creative Commons, la cual a su vez está conectada con una figura que no se encuentra restringida por ningún tipo de ley de derechos de autor: el Dominio Público.
En primer lugar, nos encontramos con la etiqueta de Dominio Público, una herramienta que funciona para identificar obras musicales y de otros medios que no cuentan con derechos de autor, ya sea porque fueron creadas desde hace una buena cantidad de tiempo, o porque el creador original renunció a los mismos.
Y, en segunda instancia, tenemos a la licencia Creative Commons Zero (CC0), también conocida como Dedicación a Dominio Público, referida a autores que manifestaron en vida la renuncia de cualquier tipo de derecho sobre la obra en cuestión.
Suena práctico y sencillo, ¿no te parece? ¡Pues sí que lo es! Pero, al mismo tiempo, hay ciertos detalles que no puedes pasar por alto antes de usar este tipo de piezas, los cuales revisaremos en detalle a continuación.
Principales características de la etiqueta de Dominio Público
Una etiqueta creada para identificar y marcar todas las obras que forman parte del Dominio Público, sin importar la procedencia o momento de creación de las piezas, y teniendo en cuenta siempre que cumplen todas las leyes internacionales sobre el tema.
La gran mayoría de las obras clásicas están bajo esta categoría, así como otras más contemporáneas que ya han cumplido tanto el tiempo como los requisitos necesarios para ser considerados de dominio público a nivel internacional. Además, también encontramos piezas a las cuales ya se les ha vencido el plazo de derechos de autor, lo cual nos ofrece muchísima tela que cortar para posibles proyectos.
¿Por qué no arriesgarse con una reinterpretación moderna de “King Porter Stomp”, una de las composiciones pioneras del jazz? Esta joya de Jelly Roll Morton, versionada e inmortalizada por Benny Goodman unos años después, ¡ya es de Dominio Público! Y casos como este se repiten día tras día, así que si tu propuesta va por otras vías de expresión musical no tienes razones por las que preocuparte.
Licencia Creative Commons Zero (CC0) – Un recurso directamente ligado con tu jurisdicción
La vía más rápida para que los autores renuncien a los derechos sobre sus obras antes de cumplir todos los plazos exigidos por la ley. Pero, como muchas otras licencias de música, tiene una vuelta de tuerca a la cual debes estar muy atento para no infringir las regulaciones de tu localidad.
Esta licencia es, en pocas palabras, el comodín “sin derechos reservados” de Creative Commons. Además de funcionar como una vía rápida para incluir obras más recientes en el Dominio Público, dado los largos tiempos de espera que exige la legislación sobre el tema, los temas musicales licenciados bajo esta figura te otorgan libertad para transformar, volver a mezclar o construir sobre la pieza original, sin ningún tipo de requerimiento o costo adicional.
Sin embargo, un nivel de libertad tan amplio tiene un precio, el cual en este caso viene directamente condicionado por tu localización geográfica. Por ejemplo, existen regulaciones europeas que igualmente exigen plazos inquebrantables de tiempo antes de renunciar a todos los derechos sobre una obra, por lo que la licencia Creative Commons Zero (CC0) no puede ser aplicada en cualquier lugar del mundo.
En caso de querer licenciar tu obra bajo CC0 lo mejor es que consultes las leyes particulares de tu país para ello antes de proceder. Mientras que si lo que estás es en búsqueda de música libre de derechos y sus implicaciones de uso, ten por seguro que todos los que cuenten con esta licencia te están dando luz verde para trabajar sin limitaciones.