- Para apreciar la música actual es preciso empaparse de aquello que denominan clásico. Educar el oído es uno de esos detalles que ha perdido importancia por el ascenso de corrientes populares que niegan el pasado. Pero lo cierto es que se muestra como una labor necesaria entender lo clásico para hacer críticas adecuadas.Es por esto que añadimos al repertorio a Mozart, un representante que se debe repasar obligatoriamente en la historia de la música. Este fue un compositor y pianista nacido en Viena que realizó más de 600 piezas distribuidas en múltiples modalidades. Tal fue la influencia de su obra que Beethoven lo tomó como uno de sus grandes maestros.Ahora nos dedicaremos a revisar una composición ampliamente reconocida en el mundo de las artes llamada Allegro. Incluso los que no tengan una biblioteca musical muy rica podrán identificar este tema tarareándolo con gran fluidez. Ha sido utilizada para películas importantes y como fondo para un sinfín de actividades como el ballet, la danza contemporánea y bailes fusión.
- Mozart trasciende el tiempo. Este maestro de la música clásica es capaz de crear mundos sinfónicos que son espejos del alma y nos reflejan todo lo que llevamos guardado en nosotros. Sus composiciones logran definir la vida misma y le dan sentido a la existencia valiéndose exclusivamente de esa capacidad para despertar el espíritu de los instrumentos y lograr que canten con la voz de Dios.
- Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que “Para Elisa” es una de las piezas más conocidas de Beethoven. Esto no solo se debe a su belleza compositiva sino a que ha generado cierta polémica. El nombre femenino que figura en su título ha dado mucho de qué hablar.Son diversas las opiniones acerca de a quién dedicó el músico este tema. Unos dicen que estuvo inspirado en una pequeña aprendiz llamada Therese, que, por un error de transcripción, terminó siendo Elise. Sin importar su procedencia, es una de las obras más tiernas de la música.
- Cuando se piensa en la música religiosa o la música católica es probable que a las personas le venga a la cabeza el Hallelujah de Georg Friedrich Händel incluso sin saberlo. Esta extraordinaria pieza ha sido heredada desde 1741 como canto, alabanza y celebración no solo del nacimiento de El Mesías, sino, como narración de la vida de Jesús de Nazaret. ¿Quieres descubrir de qué se trata? Sígueme y te mostraré el poder de esta encantadora plegaria.