- Cuando Steven O Brien compuso esta melodía hay dos palabras que seguro cruzaron su mente: equilibrio y calma. Sin duda alguna hay muchísimo de ambas en este instrumental relajante. Su sonido es dócil, suave, natural. La melodía es tenue, pausada, casi un reflejo de la aurora rompiendo el alba y levantando al mundo de su pesado sueño e iluminando su profunda oscuridad. Resulta muy fácil sumergirse en esa atmósfera creada por esta composición. Se siente natural, directa, amable. Si estás buscando música relajante para dormir, de verdad deberías sumar esta canción a tu lista.