Genre: Latina

Abre la canción con múltiples instrumentos al unísono y cruce de compases entre 6/8 y 3/4, los cuales crean un efecto particular en la cadencia de la melodía. Está pensada así para que el baile se dé de manera más natural y que la coreografía también tenga lugar.

“Yo tenía mi cupidito” es una de las estrofas principales, la cual revela mucho del sentido de la canción. Se entroniza un diálogo entre la voz lírica y cupido, quienes sufren por el amor de una mujer.

Cupido es referido en la canción como chiquito o tirano. Esto puede llevar a comprender su figura desde diferentes formas. Por un lado, que cupido es el amor mismo, el cual somete al hombre en llamas dolorosas en el amor. Por otro lado, el gusto que causa la pasión y el amor.

Los versos recitan el gusto de la presencia de cupido. Pide que le de la mano. En pocas palabras, llama su presencia y disfruta del goce que genera su favor. Su partida significa la muerte, la distancia ante el amor.

Cupido y el pensamiento hablan en la canción. Esta imagen es muy interesante. No es vista como mecanismo que ciega y nubla el juicio. Por el contrario, la interacción del amor con la razón, si “se sabe amar” (tal como es recitado en la canción) atrae un balance equitativo entre los sentimientos. Es por esto que el juego de contrastes y la figura que trasmuta de Cupido en la canción le da una nueva dimensión semántica al personaje mitológico.

Podríamos decir, siguiendo la canción, que el tema del amor es el centro de la canción. La voz lírica actúa como receptor del dolor y el amor en un consenso bidireccional. Cupido es la bisagra que interpela estas dos esferas. Logrando, de ese modo, un contraste interesante, que es bastante conocido en la lírica amorosa en lengua castellana. Sin embargo, lo más interesante esta temática es que a Cupido se le asigna un nuevo carácter: la razón del buen amar; quien saber amar, entenderá los secretos del amor.

En cuanto a la melodía, se interrumpe por breves descansos acompañados de violín y bajo, los cuales se pueden leer como descansos entre estrofas. Es un recurso frecuentemente utilizado en el jarocho, de modo que en el baile pueda cambiar de pareja, descansen entre melodías o simplemente apaciguar los humos generado por tanto movimiento en la danza. Como se trata de piezas con composiciones musicales rápidas, opera a modo de intervalo de descanso.

Son extendidos los géneros que cruzan el jarocho con los ritmos afroindígenas en Centroamérica. Esta agrupación lo hace de manera bastante atinada.