Cuando Steven O Brien compuso esta melodía hay dos palabras que seguro cruzaron su mente: equilibrio y calma. Sin duda alguna hay muchísimo de ambas en este instrumental relajante. Su sonido es dócil, suave, natural. La melodía es tenue, pausada, casi un reflejo de la aurora rompiendo el alba y levantando al mundo de su pesado sueño e iluminando su profunda oscuridad. Resulta muy fácil sumergirse en esa atmósfera creada por esta composición. Se siente natural, directa, amable. Si estás buscando música relajante para dormir, de verdad deberías sumar esta canción a tu lista.

¿Puede una pieza transmitir tanta melancolía y cambiar tan bruscamente hacia un ambiente épico y aguerrido? Clone Me Twice nos demuestra que sí. Esta intensa composición nos pasea por los lugares más inusuales del pensamiento. Sin mucho esfuerzo se transforma en la brisa que sopla en medio de dos ejércitos dispuestos a dispararse, en la desesperación del hombre que mira su reflejo en medio de una habitación en penumbra, en el dolor comprimido del llanto desconsolado de otro día de dificultad y, sin embargo, súbitamente se vuelve la energía del combate, la determinación para seguir adelante, la fe ciega en que sin importar el obstáculo, saldremos vencedores.

La vida es ruido. A diario, cientos de actividades y estímulos demandan nuestra atención. La capacidad de concentrarnos es reducida, el mundo entero grita y demanda nuestro tiempo e incluso cuando estamos realizando algún trabajo o disfrutando de una labor, siempre nos distraemos sin apenas darnos cuenta. Somos víctimas de un mundo ruidoso y absorbente. Sin embargo, hay melodías que nacen con la intención de abstraernos de la realidad. Son melodías conexas a nuestros sentidos, unificadas bajo una misma pista y creadas con el fin de envolvernos en una realidad regida por sus instrumentos y aquello que desean transmitir. Por ello, si estás buscando una melodía para desconectar y concentrarte, Valtteri Kujala tiene exactamente que buscas.

Johann Strauss II, quizás este nombre no te suene demasiado, sin embargo, estás ante el hombre cuyo título fue el rey del vals. No es poca cosa. Este compositor austriaco fue un genio capaz de crear obras íntimas que formaron parte de la historia de muchos lugares de su siglo y constituyen el armazón histórico de nuestra cultura. Disfrutar de su sonido, lejos de ser un placer, es una experiencia cautivadora que nos invita a danzar al compás de melodías embriagantes y dignas de constituir legado y eternidad de la música clásica universal. Atrévete a conocer su sonido y a penetrar allí en donde se construyó nuestro presente.

Hay canciones que arrancan los sentimientos desde el fondo del alma y los vuelcan sobre el instrumental. In your arms es una de ellas. Este soundtrack, esta música de fondo, es una maravillosa muestra del poder que tiene la música para narrar los sentimientos y las emociones más íntimas. Los pocos minutos de duración de esta pieza están encadenados a nuestras carencias y dolores, a nuestros padecimientos y frustraciones, cada segundo nos lleva a ese mundo que no queremos afrontar pero que, al aceptar su melodía, decidimos enfrentar porque estamos acompañados. Nos sentimos abrazados e identificados con el instrumental y solo por esto, She’s Electric se gana nuestro respeto y admiración. ¿Te atreves a intentarlo? Entonces sigue leyendo y deja que el sonido te abrace.