- Johann Strauss II, quizás este nombre no te suene demasiado, sin embargo, estás ante el hombre cuyo título fue el rey del vals. No es poca cosa. Este compositor austriaco fue un genio capaz de crear obras íntimas que formaron parte de la historia de muchos lugares de su siglo y constituyen el armazón histórico de nuestra cultura. Disfrutar de su sonido, lejos de ser un placer, es una experiencia cautivadora que nos invita a danzar al compás de melodías embriagantes y dignas de constituir legado y eternidad de la música clásica universal. Atrévete a conocer su sonido y a penetrar allí en donde se construyó nuestro presente.
- No se puede pasar por el romanticismo musical sin detenerse en Fréderic Chopin. Sus composiciones encierran el espíritu más nostálgico de este movimiento. La mayoría de sus obras son extensamente conocidas tanto por profesionales como inexpertos. Y es que la sencillez y belleza de sus piezas permiten que el público pueda disfrutarlas sin tener estudios profundos. El estilo musical que marca en cada una de sus creaciones se entiende con el alma.
- Bach es el compendio de genialidad hecho música como consecuencia de una larga herencia familiar. Este famoso compositor del barroco creció en una familia de expertos en el área. Fueron 35 los músicos virtuosos que se habían formado en el seno de esta dinastía de destacados. Bach tuvo una carrera brillante como clavecinista y organista por su técnica de improvisación. Sin embargo, dominaba el violín, la viola, y el canto.
- Dentro del romanticismo musical, es común que destaque Beethoven debido a su vida tan particular. Sin embargo, existen otros que se han dejado a un lado en el gusto de las mayorías. Un ejemplo de ello es Johannes Brahms, un compositor perteneciente al romanticismo clásico. Junto a Beethoven y Bach, constituyen la trinidad de los mejores músicos de la historia. A continuación, escucharemos una de las piezas que lo hicieron tan famoso en su época y ahora.
- Hay sonidos que rompen todas nuestras barreras. Más que melodías, son composiciones de un profundo valor simbólico y relajante. Sus cargas emotivas nos pasean a través del mundo de nuestra imaginación y nos recuerdan que no somos más que un cúmulo de sentimientos y emociones. Esta sonata conocida como Pathétique forma parte de las principales obras del gran Beethoven y su sonido es sencillamente conmovedor.