Cuando buscamos música relajante o música para dormir, queremos localizar un sonido suave y tranquilo que nos haga bajar la guardia. Sin embargo, para muchas personas este tipo de melodías no siempre es efectiva. La tranquilidad es muy fácil de lograr, pero construir los elementos necesarios para que las personas logren un estado de plenitud requiere de muchas variantes.
Ensueño es la muestra perfecta para entenderlo. Al escucharla conectamos inmediatamente con su ambiente melancólico, nos contagiamos de su ánimo de historia perdida y zambullimos nuestra imaginación ante ese mundo que va construyendo nota a nota. Si cerramos los ojos, el sonido se nos introduce en la cabeza, lentamente despierta nuestras emociones y pensamientos hasta que cruzamos el umbral de lo desconocido y aterrizamos en su territorio, ese que es diferente y único, ese que está guiado por los suaves vaivenes del violín y que brinda el lienzo perfecto para construir nuestros sueños, para sucumbir ante la fantasía y la felicidad de los mundos irreales.
La creación de Ross Bugden es una obra modesta, carente de artificios o fórmulas complejas que se vale de pocos elementos y desde el inicio decide ponerlos a nuestro servicio. Gracias a este instrumental, la mente puede concentrarse en mil lugares diferentes. Ella nos hace sentir valientes y proclives a dejarnos llevar, a fluir sobre sus notas, a imaginar a través de sus coros y voces. Mientras más penetramos en el armazón que compone esta melodía, con mayor precisión descubrimos su sencillez, calma y sosiego. Somos presas fáciles de su encanto y disfrutamos con mucha fuerza el paseo que nos brinda hacia el mundo de los sueños.
Y es que quizás muchas personas no lo sepan, pero la fórmula para dormir está muy lejos de simplemente dejar la mente en blanco. De hecho, esto puede ser incluso un error. Cuando se usa ese método, desesperadamente tenemos la necesidad de llenar el vacío con voces. La ausencia de ruido solo genera un torrente de pensamientos. Por eso, la clave está en utilizar las melodías para imaginar, para perdernos mundos olvidados y descubrir imágenes que reemplacen nuestro entorno. Este transforma las melodías en guías, sus sonidos construyen el camino que debemos seguir y mientras más nos concentramos en ellos, más nos desprendemos de nosotros mismos, de nuestras ataduras, de aquello que nos genera ansiedad o estrés y logramos que la realidad se desvanezca y de paso al sueño profundo.
De tal forma, esta obra nos acurruca con su melodía, nos envuelve con sus instrumentos y permite que el sueño sea plácido, sostenido e inquebrantable. Su atmósfera envolvente y su ambiente relajante nos seducen, abraza los sentidos y nos hace navegar por un mundo manso, calmado y deseoso de mostrarnos los colores, formas y significados que están ocultos en la esencia de este instrumental.
Por todo ello, Ensueño no tiene complejos ni temores a la hora de presentarse ante nosotros. Aunque su sonido puede parecernos triste y adolorido, solo es un reflejo de una calma diferente, una aventura suave y callada que se vive conforme le prestamos atención y nos adentramos en las mágicas notas que tiene para nosotros. Su juego de melodías nos enamora y casi sin darnos cuenta, caemos bajo su hechizo y volamos lejos, alto y seguros. De un momento a otro dejamos de ser nosotros mismos y nos convertimos en algo más, algo totalmente diferente, algo que es irreal y que solo descubrimos hasta que despertamos con una sonrisa. Entonces agracemos ese gran viaje que nos ha hecho vivir.
Ahora cuéntanos de ti. ¿Qué te ha parecido este viaje hacia el profundo mundo de los sueños? Nos gustaría saber tu opinión acerca de esta melodía. Déjanos un comentario con tus apreciaciones y sigue descubriendo nueva música para dormir.
Anónimo –
Hermoso
deby –
Bella!