Como un sueño de primavera nace este suave concierto para piano y orquesta. Su sonido es bálsamo para los días turbios y nos presenta una genuina tranquilidad gracias a la fusión de la melodía del piano y la sección de cuerdas de la orquesta. Sus armonías se entremezclan en notas similares que le generan una profundidad al sonido y a las emociones que producen juntos. Así, conforme avanza, las huellas que va dejando son pequeños pasajes de una realidad distante, de un sueño que parece surgir de esta sinfonía y reproducirse, de forma diferente, en la imaginación.

Y es que casi sin poder evitarlo nos dejamos llevar por las notas de los vientos madera y las cuerdas de los violines mientras el piano habla con un toque delicado y continuo. Cada compás lleva marcado una pieza narrativa, una melodía que, al sumarlas, nos presenta un hermoso arrebato de alegría y euforia, de juventud e inocencia, en suma, un viaje encantador a través de una etapa de la vida.

Sin embargo, también hay tiempo para los cambios inesperados. En el minuto cuatro encontramos una nueva melodía, una variación más bien preocupada y afligida, aunque intenta maquillarse a sí misma con una falsa tranquilidad que, como oyentes, sabemos que no existe, pues la función de los violines nos lo remarca, aunque, de momento, esos demonios se desvanecen pues la melodía termina de forma limpia y sin mayores dificultades.

Este concierto de Mozart es una de sus principales obras. Fue uno de sus conciertos para pianos más populares y se considera un trabajo destacado que incluso ha sido utilizado en varias películas, especialmente en el cine francés.

Es muy fácil perderse en su sonido: estimula la imaginación y la concentración; se puede utilizar como música de fondo mientras se trabaja o estudia y los resultados son más que satisfactorios. Si tú también quieres comprobarlo, recuerda que la puedes descargar gratis y colocarla allí done la necesites.