Este es el tercer ballet creado por Tchaikovsky y la que escuchamos es la grácil Danza de Flautas del primer acto. El suyo es un sonido mítico que forma parte de nuestra cultura, se adentra en las raíces de los temas que toca el cuento de Alejandro Dumas y lo adapta al ballet de una forma magistral a través de sus bailarines. Estos se desenvuelven con una soltura y delicadeza exquisita, casi impulsada por el dulce sonido de arpas, violines, flautas, trompetas y clarinetes.

Así, durante este breve extracto, de un poco más de dos minutos, escuchamos a los instrumentos de cuerda, viento madera y metal mezclándose y respondiéndose, los unos a los otros, en un ritmo dinámico y alegre. La felicidad se respira en esta pieza, aunque, quizás, es una felicidad risueña, como si estuviera naciendo la más bella inocencia en un mundo tormentoso.

Al mismo tiempo, tiene esos aires de flotante fantasía tan característica del ballet y que goza de una particular capacidad para cautivarnos en cuestión de segundos. Es sumamente sencillo seguirle la pista al sonido y cuando los instrumentos trabajan en consonancia, la atmósfera que generan es absoluta. Solo podemos concentrarnos en esta pieza y en lo que nos genera en la imaginación. Es allí en donde radica su principal atributo y es que no hay forma de escapar del Cascanueces. Nunca pasa desapercibido y en todo momento logra llegar a nosotros sin mucho esfuerzo.

¿Habías escuchado el cascanueces en otra ocasión? ¡Cuéntanos qué te pareció en los comentarios! Si disfrutaste de este breve recorrido por este sonido que se viste de teatro todos los años, recuerda que puedes llevarlo contigo a todas partes. Solo debes bajarlo en mp3. Recuerda que en nuestra página tenemos cientos de canciones con licencias amigables para disfrutar. Sigue con nosotros y disfruta al máximo de los mundos a los que nos lleva la música clasica.