Si no sabes por dónde iniciarte en el conocimiento de la música clásica, debes escuchar a Johann Sebastian Bach. La pieza que analizaremos hoy es uno de los 6 conciertos que hizo Bach para el Marqués Christian Luis de Brandemburgo en 1721. Se presume que el compositor escribió esta parte de su obra mientras se desempeñaba como maestro de capilla en Kohen. Para valorar el No 4-1 es necesario partir de una pista que dejó en su dedicatoria a su alteza real. El músico afirmó que había utilizado “diversos instrumentos” en estas 6 fases.

Dicha afirmación nos da una introducción sobre lo que vamos a encontrar en el desarrollo del tema. Tal como lo dice, Bach incluye gran variedad de elementos sonoros con la finalidad de generar un efecto polifónico. Esto se traduce en la orquestación de tonalidades múltiples que se unifican en una misma melodía. Por tanto, se producen tantos matices que obliga al oyente a escuchar el todo en lugar de apreciar los detalles.

Desde el principio el receptor podrá advertir que la pieza es un mar de información que no puede procesarse correctamente. Dicha percepción deriva de la gran cantidad de adornos que se añaden a la ejecución de la partitura. Tales pinceladas de ornamento son denominadas florituras en el lenguaje musical. Es una técnica que permite conferirle ese aire de alegría y vivacidad que podrás identificar fácilmente al escuchar esta parte del concierto.

Las composiciones abundantes en florituras suelen estar escritas en un tempo rápido. Esta regla se cumple en No 4-1 pues un buen porcentaje de la pieza está tocada en Allegro. La velocidad de la interpretación en semejante estilo puede llegar a las 120 o 160 negras por minuto. Esta medida da como resultado un concierto que transmite felicidad debido a la mezcla de las florituras con la rapidez del toque.

Igualmente, las otras partes de la estructura están compuestas por el Andante en mi menor y el Presto para el cierre. Ninguno de ellos supera en velocidad al Allegro pues el primero está en un tempo de 76 y 108 pulsaciones por minuto y el segundo con 72 negras por minuto. A pesar de ello continúa la misma línea de la vivacidad que combina con el Allegro del inicio. Es un ritmo rápido pero que no supera a esa introducción alegre.

La instrumentación elegida contempla las flautas de pico, el violín, violonchelo, viola, violone y bajo continuo. Por la incorporación de sonidos afines al violín y la elección de un ritmo rápido, este concierto es uno de los más luminosos. Tiene un equilibrio armonioso de esta enorme suma de material sonoro.

Esto es así gracias al contrapunto, una técnica que toma líneas musicales que parecen independientes, en una sola melodía. El encanto del barroco está en que los múltiples adornos se hayan insertados en un conjunto que los armoniza. Bach sin duda lo consigue en  este concierto que podrás descargar gratis, donde también hallarás música de tu preferencia.