Genre: Latina
Como muchos géneros provenientes de México y toda la región de Mesoamérica, es una canción pensada para ser bailada. Corresponde al género del jarocho, pero, para el caso específico de este grupo, tiene ciertas cadencias rítmicas que la hace un poco diferente y, en cierto modo, también más atractiva. Si se quiere, es un poco correlativa con otros géneros más modernos dentro del público joven.
Con unos elegantes sonidos de guitarra, se introduce la canción. Los acordes se pasean por varias melodías, como si se tratase de los cantos de los pájaros. Seguidamente, el bajo y una segunda guitarra se introducen en el medio de la canción, creando una armonía atrayente.
De antemano, se percibe un elogio a los mitos clásicos mexicanos. La figura del pájaro cú es preponderante (aunque su nombre nunca es mencionado en la canción). El imaginario cultural mexicano recrea y reconoce la habilidad del pájaro para sanar, restituir el consenso entre los hombres y asistir en el favor de los desamparados en el amor.
Los cantantes se introducen como originarios del “estado mayor”, venidos de una “cumbre mayor”. Esto se podría leer como el interés de otras esferas por la presencia del pájaro y de otras instancias de la cultura. Asimismo, el canto representa una apología a la figura del pájaro cú. Según la cultura mesoamericana, consiste en una antigua ave que poseía la habilidad de hablar. De menor categoría entre el grupo de los pájaros, el cual lo caracterizaba una hermosa apariencia.
La canción se cruza por la voz de dos cantantes. Los versos recitan tanto el gusto por la paloma que vuela y por el gusto de la presencia del pájaro cú. Es interesante la forma como uno asume la posición del pájaro, casi como si hablase en primera persona, mientras el otro hace cantos laudatorios.
También en la temática de la canción hablan del amor. El pájaro trae consigo hierbas para curar el corazón herido por una mujer. Toda la pieza es la reposición de un canto amoroso camuflado en la figura de una imagen propia mexicana. Quien canta recita los pesares del amor, las desavenencias de la pasión y la recuperación posterior a los efectos dolor amatorio. El pájaro se presenta como una figura de confort para la voz de la pieza.
En conclusión, entre los muchos cantos que pueden existir en México en relación con una música atractiva, de cruce de voces, que representen bien un imaginario y que incluye el tema del amor, esta canción podría ser una buena introducción. Su grácil melodía se convierte en una opción interesante para bailar, cantar y disfrutar.
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