Hay pocas veces en las que un compositor puede crear una pieza sublime que combine los mejores elementos del suspenso con la energía de la música épica; que equilibre con tal maestría la tensión con un clímax precioso; que construya un instrumental tan perfecto y lo logre a través de una melodía variable e intensa… pero Kai Engel lo ha hecho. ¡Y de qué manera!
The Run no es un instrumental común. En su melodía no vas a encontrar la típica música de película épica llena de fuerza brusca y sonidos guturales y toscos. Al contrario, su melodía resulta sutil al oído; suave como la brisa que arrastra las hojas, intensa como la furia de un relámpago. Constantemente juega a ser dos sonidos a la vez. Su melodía se contradice, se tuerce, se enrosca por un largo pasillo y nos hace sumergirnos en esa atmósfera oscura que no podemos eludir. O sería más apropiado afirmar que no deseamos eludir.
No hay escape.
Esta increíble música sin copyright nos pasea por los elementos más básicos de las melodías medievales, pero lo hace con la delicadeza de quien compone música de películas épica. La percusión es intensa y rítmica; los violines son cambiantes y veloces; los coros se derriten en el oído y cada vez que se juntan los instrumentos, experimentamos algo indescriptible. El mundo se abre y se cierra frente a nosotros. El día y la noche se ocultan en una fracción de segundo. Los ángeles y los demonios luchan en todas partes, y nosotros… nosotros seguimos en el medio, observando el avance del tiempo, consumiendo estos cuatro minutos que se sienten breves, intensos: fugaces.
Resulta sumamente difícil encontrar la fórmula que siguió este artista para crear un instrumental tan apasionado. Es posible que no haya ninguna, solo intuición, solo instrumentos que juegan a perseguirse con un sonido que llega hasta el alma y nos envuelve en una atmósfera hermética de la que no deseamos despegarnos por ningún motivo.
Casi sin quererlo, nos convertimos en rehenes de esta pieza. Seguimos su tempo, marchamos por sus senderos, aceptamos sus normas. A cambio, el sonido nos recorre los sentidos. La melodía se nos adentra bajo la piel, se instala en nuestras emociones y nos invita a sentir una intensidad atípica en la música sin copyright épica o medieval. Somos prisioneros de esta experiencia sonora y, lo más curioso de ello, es que nos sentimos felices por serlo. Ahora, por fin, sabemos que no hay escape ni salida, pero solo porque nosotros así lo decidimos.
Esta es una de las grandes cosas que tiene este instrumental de fondo. En su interior condensa todo lo que desearíamos escuchar. No hay nada que desencaje ni que chirrié. Cada pieza encaja en su lugar, cada cuerda vibra como debe y la melodía en su conjunto guarda un sonido que se derrite como la nieve en nuestros oídos. No podemos pedirle nada más. Esto es suficiente y por eso podemos escucharla con los ojos cerrados, sabiendo que nunca nos va a decepcionar.
Por este motivo, The Run es una de las mejores opciones que podrás encontrar si estabas buscando música épica para videos o videojuegos de suspenso, historias de fantasía o cuentos medievales. Con este sonido, ninguno de tus proyectos carecerá de una buena banda sonora para darle fuerza y espíritu a aquello que tengas en mente.
Al mismo tiempo, si tienes entre manos algún proyecto o creación que requiera de música para juegos libre de derechos de autor, The Run es, sin lugar a dudas, tu mejor opción, sobre todo para el momento del clímax de tu videojuego. Con ella podrás enfocar la experiencia de los jugadores y crear una atmósfera de la que nadie podrá olvidarse jamás.
Obtener este instrumental es sumamente fácil. Si lo quieres descargar gratis con nosotros, solo debes ir a la parte superior y con presionar un simple botón ya podrás almacenarlo en tu biblioteca. ¡Permítete disfrutar de este invaluable instrumental y prepárate a acompañar tu creación con esta épica banda sonora!
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