Hay música que ha nacido para contagiar felicidad y alegría. ¿Es Atlantis una de ella? ¡Sin duda alguna lo es! De hecho, su sonido va más allá, es casi un alma libre que se mueve a placer mientras baila, ríe y disfruta de un momento que parece eterno. Más bien, es eterno porque estamos aquí, disfrutando de su enérgica percusión, de su mezcla de elementos sonoros, de la suma de cada efecto y variación que introduce hasta generar un instrumental precioso, un instrumental cargado de buena vibra que sabe a brisa salada de mar, a puesta de sol desde la arena, a día que llega a su fin pero que nosotros, los oyentes, testigos de esa fiesta sin fin que nos presenta Atlantis, nos negamos a dejar ir.

Scandinavianz ha hecho un trabajo perfecto en esta pieza. Su composición se clava muy hondo y no nos deja ni respirar. Cada sonido nos adentra a un mundo multicolor en donde las imágenes se reemplazan constantemente y aparecen nuevos paisajes de ensueño, vistas de acuarela y un mundo que nos sonríe y nos invita a disfrutar sin prejuicios ni tabúes.

Es por eso que Atlantis nos toma de la mano y nos invita a vivir intensamente. No hay excusas ni tropiezos, no hay temores ni ataduras. Todo fluye, como su ritmo. Al contagiarnos de la energía de este instrumental, nos volvemos dinamismo puro fusionado con cada una de esas sensaciones que estaban dormidas en nuestra mente y corazón pero que, como aquella mítica isla hundida en el mar, ahora emergen para nuestra sorpresa.

Atlantis está aquí y ahora forma parte de ti. Deja que su sonido se adentre en tu interior y que su música relajante e intensa se adueñe de tus sentidos. ¡Sigue tus instintos y disfrútala!