Hoy no hay tiempo para el caos del mundo exterior. No lo digo yo, te lo asegura Valsa Branca, una composición majestuosa casi sacada de una de esas películas de Disney que tanto nos gustan, pero que tiene tanta personalidad que nos cuenta una historia inédita, exclusiva, solo para nosotros.

Y es que su carga narrativa nos seduce. Caemos rendidos ante sus compases gracias a esos dulces instrumentos de orquesta tan bien hilados los unos con los otros que nos hace sentir que esta suave música de fondo para niños es un festival de explosiones, colores y elegancia que se nos adentra muy profundo en la imaginación.

Al escucharla, sentimos que flotamos por un mundo sutil que cuenta una historia versátil y agridulce, la cual se va transformando ante nuestros ojos. Todo ocurre en un suave compás. Marchamos al ritmo de este vals suave y ligero, dejándonos seducir por una armonía dulce y excitante; una armonía que sabe a algodón de azúcar y a recuerdos de sueños infantiles.

Sin embargo, a medida que llegamos a la mitad de la canción, notamos que algo cambia. Los sonidos de esta suave música de fondo para orquesta se van volviendo más dramáticos y profundos. Las melodías se sienten más intensas, nos roban el aire y las emociones; nos paralizan el cuerpo y nos hacen sentir embelesados por un sonido que ya desearían tener las películas animadas de Disney.

Sin duda, Guifrog sabe lo que hace. En su Valsa Branca nos sentimos en una aventura en movimiento. Nada espera por nosotros, sino que todo está en constante cambio. La sinfonía evoluciona sin que nosotros intervengamos en ella. El tempo se mantiene intacto, al ritmo del un-dos-tres, un-dos-tres tan propio del vals, pero en el fondo, allí donde no alcanzamos a inmiscuirnos por completo, los instrumentos saltan, brincan, gritan y lloran. Sus voces se entremezclan hasta crear melodías tan preciosas que nos hacen sentir que esta aparentemente inofensiva música para niños es algo más profundo y genuino… algo más que simples sonidos; algo más que una orquesta.

Y ¿Qué será eso que con tanto esfuerzo intenta regalarnos este autor? La respuesta parece sencilla: un mundo de grácil movimientos en el que nos podemos perder con los ojos cerrados. Un mundo en el que sonreímos y nos dejamos llevar por esta sinfonía que construye nubes de caramelo y caminos de golosinas.

En Valsa Branca, cada instrumento genera una emoción, y cada emoción, una imagen, un recuerdo, un color fugaz que nos atraviesa por dentro y nos invita a agudizar los sentidos y a dejarnos llevar por sus sonidos. De alguna forma, pareciese que esta pieza fuese una música para juegos, ya que nos invita a recorrer su interior, a perdernos en sus espacios y a dejarnos envolver por su historia, por sus secretos y aquello que tiene guardado para nosotros.

Es increíble de aceptar, pero esta pieza nos transforma y nos hace sentir realmente en paz. No hay fisuras en su composición. Navegamos en sus cuerdas y sus percusiones. Nos adormecemos en sus melodías dulces y dejamos que el mundo se desdibuje, desaparezca el estrés y se enmudezca el ajetreo de las calles… al menos durante los cuatro minutos que tarda en acabar esta bella melodía.

Si tú también has disfrutado este vals como nosotros, es el momento de que lo descargues totalmente gratis y lo uses en el momento que consideres oportuno. No hay lugar que se resista a los encantos de esta melodía. Su sonido es angelical, divertido y nos hace conectar con esos dibujos animados de Disney que alguna vez nos sorprendieron cuando éramos niños y miramos la televisión por primera vez.

Sin duda, esta melodía te ayudará a cambiar tu día y, en caso de que quieras compartirla con una audiencia o un grupo de personas, también ayudarás a que se sientan mucho más tranquilos y felices.

Así que si estabas buscando música para videos de Youtube completamente gratis y con una licencia amigable, esta es tu oportunidad para llevarla contigo. Prepárate para usarla en tus proyectos o tenerla en tu reproductor y no olvides contarnos cómo fue tu experiencia con ella.